ESPACIO CENTRO (tittle tattle)

OUTLET - ESPACIO CENTRO
outlet Viveka y yo comenzamos habitualmente los lunes con precisas instrucciones de Hatha-Yoga. Fieles a nuestra rutina, así recibimos esta semana. Salíamos del centro energético más "prana" de la ciudad (we love Oscar & Eduardo) cuando recordamos que cerraba febrero y, con él, el Outlet de Arte Contemporáneo en Espacio Centro. Could we miss it? Not in this life. Llamé a mi casa para cancelar el brunch que la criada sirve rigurosamente cerca de la petite lagune del jardín de los cedros. Nuestro vestuario, si bien deportivo, impecable.

Taxi!
A Belgrano y 9 de julio.

First DO-NOT. Tuvimos que tocar un timbre para poder ingresar. No importan las causas, Viv y yo no tocamos el timbre antes de entrar a una galería de arte. Llamémoslo "un detalle". Apenas adentro, nos sentimos algo confundidas en cuanto a esta aplicación particular del concepto "outlet". Podría tratarse de: a) venta de obras a través del ofrecimiento directo de artistas; b) cachibaches impresentables que nadie compraría si no estuvieran tan devaludados. Lets see... prejuicios a un lado.
Las obras estaban dispuestas en cierto desorden, lo cual invitaba a hurgar todo con total impunidad. Había algunas porquerías, no puedo negarlo, pero supongo que la dosis mínima e inevitable dadas las circunstancias. Por ejemplo: una serie de malas fotografías de plantas con fondos plenos en diversos tonos (Isabel Caccia), unas series cromáticas en guardas de yeso o tablitas a las que "decorativas" les queda grande (Sin firma... Laura del Barco... adiviné?). Atención ahora. Haré destacada mención a dos pinturitas , también SIN FIRMA, aunque no lograré plasmar fielmente la imagen, ya que es físicamente imposible. En realidad alcancé a ver una sola, de un ratón Mickey fumando hierba en la luna (o algo así). Parecía pintado por un niño de 10 años y se notaba claramente que la nulidad técnica no era "a propósito", sino que gritaba sin tapujos las limitaciones del "artista" anónimo. NO-EXAGERO. Cuando me disponía a ver la segunda, el encargado del salón vino con mucha prisa y las volteó contra la pared para impedir mi análisis quirúrgico. "Esto no... no es nada... no se vende...", bañado en vergüenza al ver que alguien había reparado en los garabatos de la incógnita rata. Seguramente las compró él mismo minutos más tarde, con tal de quitarlas de circulación. Viveka, pobre, no alcanzó a verlas. Lo más divertido es que muy cerca de los abortos de este especimen, yacían sobre el suelo tres obras de Pérez Célis. No soy su fiel devota (en absoluto), pero debo reconocer que hay cierta distancia entre él y ESO OTRO.

Otro turn-off total, fue la sala dedicada a acuarelas... sosos paisajes localistas en tonos pastel. Cuántas "La Cañada" en acuarelas podemos soportar en una vida?

Ahora un efímero favorito; el niño mimado de la semana en Tittle-Tattle: Gustavo Piñero.
Viv y yo dedicamos un largo rato a sus atrapantes esculturas. Cartapesta y otras técnicas en cuerpos coloridos, brillantes, graciosos, dinámicos. Souvenir d'enfance y "ficcionalización" lúdica con matices de melancolía. Humilde, pero no simple. Genuina elección.

Entonces, en balance general la propuesta me pareció bastante positiva. Existe en Córdoba una galería especializada en la difusión de arte contemporáneo local (se que no es primicia) que estimula explícitamente, al menos en esta exposición, la compra de obras que recorren un amplio abanico estético (desde basura "sensus strictus" hasta finas piezas).

Quite scary at the very same time.

For more information: Sitio oficial de Espacio Centro

publicado por Mae Zetterling a la hora 8:55 PM
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