Gabriel Alberto Abalos, logró un milagro: ser docente del departamento de música de la UNC. Sí, ya sabemos que no es tanto milagro y que hay muchos profes ahí. Pero lo curioso, es que Gabriel Alberto Abalos, no sabe música. Repetimos: NO SABE MÚSICA. El tipo, desconoce la existencia de las corcheas, los silencios, puntillos y para qué hablar de las ligaduras de prolongación. El pobre hombre no sabe música, jamás estudió música, ni siquiera se puso solito a leer el Williams. Nada…no sabe música y podemos decir que literalmente “toca de oído”. Por eso es un milagro que esté dando clases de música en la Universidad Nacional de Córdoba.
Sí, ya sabemos, no nos creés. Estás pensando “estos crucificados están chiflados...no es posible”. Pero es la verdad. Y el gran hacedor del milagro, fue el dios del departamentito de música, Héctor Rubio, que lo puso a dedo.
Sí señor, fíjese que el tal Abalos, está dando clases de folclore como si tal cosa. Por supuesto, jamás te va a nombrar palabras musicales y es el principal motivo por el cual tenés que leerte el miserable artículo de García Canclini. Es más fácil para él hacerse el musicólogo que marcar un dos por cuatro. Le resulta muchísimo más difícil o más bien imposible, leerse el libro de Aretz y estudiar las formas folclóricas de Ginastera, que agarrar la guitarrita y tocar como si estuviera en un asado. ¡En cualquier momento cae a dar clase con una ristra de chorizos! Bueno...no hay que preocuparse. Nunca va a dar clase.
¡Aplauso para el asadooooooooor!
